Hay veces que queremos crear distinguidas declaraciones verbales: de amor, de amistad, de enfado, critica... Las de
amor suelen ser en las que mas empeño valor y esfuerzo ponemos. Y que así sea!!
Intentamos demostrar una intensidad de cualquier razón y motivo, creando detalles y visiones precisas y detallistas de lo que un sentimiento significa y supone para nosotros, de una manera subjetiva; y para ello elaboramos un discurso.
Los que no tenemos mucha facilidad narrativa utilizamos incluso onomatopeyas (me encanta esta palabra!) para rellenar y para hacer de lo escrito algo más tangible, más elástico...quitarle quizás dureza, hacerlo más simpático y personal...pecando entonces de cargados, de dar rodeos al tema sin tener capacidad de ser directos y expresar lo que se quiere.
Y es que soy de las que piensan, a pesar de todas las parrafadas que me gusta que acompañen a mis recortes,
3 palabras valen más que mil.
Y es que funcionaaaaaaaa!!
-déjate de rollos
-ve al grano
-déjeme en paz
-vente conmigo, tonto
-sabes hacerlo bien
-dame dinero, mamá
-no pienso madrugar
-coge el chocolate
-vámonos a casa
-mira mi facebook
-Luis está bueno que te cagas (hay algunas excepciones)
-te quiero mucho
-te necesito más
. y así sucesivamente...
Hay puntos que envuelven, esos que nos indican por donde recortar, remarcan algo para darle importancia y resaltarlo ante lo coitidiano.