Esta imagen pertenece a una de las piezas de la serie que forman mi Proyecto Fin de Carrera.
Para quien no halla podido disfrutarlas físicamente: son piezas tocables, olibles, besables y espachurrables.
Se trata de la reproducción de un corazón de cerdo, real: el que más se asemeja al órgano humano.
Concretamente esta pieza es un retrato que dedico a lo que mi AMADO me dedica, valga la redundancia.
Podría tener tantos significados como colores existen, como espectadores gusten de planteárselo; aun así, la idea prima es una única.
El latido del corazón es lo que nos hace sentir vivos. Y hoy es uno de esos días en los que escucho e incluso soy capaz de ver como algo se mueve dentro de mi pecho.
Me gusta esta sensación y la comparto.
Hoy, la linea de puntos envuelve sentires.
Y además, os dejo un video que tiene mucho que ver con todo mi discurso emocional.