recortes almacenados

Desde pequeños, aprendemos a recortar con tijeras ("estijera" en aquellos entonces) de punta redonda, no sin antes haber pasado por los punzones de punta ancha. Así aprendemos a recortar antes que otra cosa, sobre la "linea de putnos".
Cuando llegamos a casa, es la tijera de la cocina la que nos es útil para nuestros avios personales.
Mas tarde aparecen las tiejras del costurero de mamá y el cúter, como herramienta más sofisticada, apartada de nosotros hasta cierta edad avanzada: por sus características formales: puntas afiladas y corte demasiado ágil.
Así bien, también usamos nuestras propias manos cuando, esperando en la antesala de cualquier cita médica,  encontramos el corte de pelo y peinado de cualquier personaje ilustre de las revistas del corazón, ideal para nosotras (este caso es más frecuente en chicas).
En las nuevas tecnologías también encontramos herramientas de corta y pega: Ctrl+c :un atajo indispensable en los tiempos que corren.
Cualquier herramienta es buena si el fin es alcanzado con éxito.

Así, y de mil maneras, aprendemos a almacenar de distintas formas y formatos, casi todas las cosas de nuestro interés y curiosidad.

Tratando de remitir pequeños retales de una aficionada a lo "friki" (no voy a especificar en nada, ya que hoy me reclama el blanco y mañana quizás el negro, y pasado no me atrevo ni a pensarlo...), intento dar forma a una nueva dirección de blog, dispuesta a ser visitada, ignorada o a pasar desapercibida en este mundo cibernético.

Si has aguantado a leer toda esta parrafada incoherente...posiblemente seas de los que constaten la evolución de este espacio.
Empezaremos pronto. =)